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Mostrando entradas de octubre, 2013

MADRUGADA DE ALMAS

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Se fue aproximando hacia él, sin prisa, sin relojes, en silencio. La cama invitaba a algo más que un descanso. Expectante, intentando adivinar por dónde llegaba esa aproximación; oliendo su perfume, su #sexo, la esperaba sentado en la cama. Los ojos vendados, ciegos a todo lo que no fuera un roce de sus labios en cualquier parte de su cuerpo. Prohibido usar las manos. Eran reglas del juego; impuestas por ella, naturalmente. Y él dejándose llevar, abandonándose a su olfato, su oído, su gusto. Aprendiéndola en cada aroma, cada susurro, cada beso. Ella ciega, como él, con los ojos vendados voluntariamente para respetar las reglas que ella misma ha impuesto, antes de romperlas a placer   y sin que él pueda hacer nada para impedirlo. Ella está cerca, la siente recorrer a gatas la cama para acercarse a su cuello con la boca entreabierta, #caliente. Cuando su aliento se detiene junto a su oído y le susurra, su cuerpo sufre una sacudida y su miembro reacciona endureciéndose un poco.

FUNDIDO EN NEGRO...

     Todo intentos, huidas hacia adelante, hacia no se sabe bien qué o dónde. El corazón encogido por el frío, el miedo, la angustia de ser olvidado, arrojado a los infiernos, pisoteado, destruido y reducido a cenizas. sin posibilidad de ser fénix nunca más. Con el alma seca, acongojada y a oscuras; sin faro que la guíe, sin limbo donde reposar, ni fuente donde beber. Sin transmigraciones, ni fusiones, ni reencarnación posible.      El nudo que oprime el pecho, presionándolo, recordándole que el corazón está ahí. Lluvia en el espíritu, tormenta en la noche oscura y solitaria que se presenta sin madrugada. Café especiado, tabaco, niebla, rayos y truenos, nubes y relámpagos, retumbando en su cabeza, martilleándola sin parar, con percutor. Una y otra vez, una y otra vez, sin principio ni fin, sin descanso, eternamente.      Ojos que miran sin ver, vacíos, sin cuencas, planos. Garabatos negros que pintorrean una cara y un rostro desdibujado, desfigurado, surcado de incredulidad, de miedo